Conciencia y aborto (y VIII): el juicio moral al aborto.


 Con todos los testimonios que hemos comentado, ya estamos en condiciones de responder a la pregunta sobre el aborto. No se trata de juzgar a las personas, sí conocer la verdad: con una conciencia fuerte, bien formada, conocemos la verdad y la verdad nos hace libres. Quien no sabe la verdad, no puede actuar libremente, y se expone a sufrir las consecuencias. Así que veamos qué nos dice nuestra investigación:

1) La conciencia íntima, con el rechazo del aborto y el arrepentimiento de tantas personas que lo han cometido, nos dice que el aborto es un crimen.

2) La razón, que nos dice que el concebido es ya un ser humano, y que le debemos el mismo respeto y amor que a cualquier otra persona, más por su debilidad y aún más si es nuestro hijo. apoya esa conclusión.

3) La observación de las consecuencias, que nos muestra el tremendo sufrimiento de personas que han abortado frente a la alegría de personas que acogen a sus hijos, nos muestra el mal del aborto.

4) Por último, el testimonio de personas que podemos considerar justamente como referentes morales, como la Madre Teresa de Calcuta, nos muestra el mal del aborto.

Para los que confiamos en Cristo y en su Iglesia, además, la enseñanza de la Iglesia es una referencia moral totalmente fiable sobre la maldad del aborto.

Por tanto, los cuatro testigos o caminos de la conciencia, nos muestran que el aborto es un auténtico crimen, que elimina a los niños, daña a las madres y padres y a toda la sociedad. Con justicia debemos oponernos a él con todas nuestras fuerzas.





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